Realizar Actividad Física sabemos que tiene múltiples beneficios para nuestra salud, como pudimos ver en otras publicaciones el movemos en todas sus modalidades “ejercicio aeróbico”, “ejercicios de fuerza”, “ejercicios de alta intensidad”, “ejercicios isométricos”… generan cambios en nuestro organismo que ayudan a mejorar nuestro estado de salud. Hoy veremos como el ejercicio sirve de herramienta como tratamiento para paliar el “Dolor” y cómo lo podemos usar de forma adecuada.
El estudio del efecto que tiene el ejercicio físico sobre “el dolor” ha aumentado en la última década, llegándose a demostrar que puede ser una herramienta útil como tratamiento del dolor.
¿Pero cómo influye la actividad física en el dolor?
La frecuencia temporal de estímulos dolorosos que activan las fibras C serán determinantes para establecer una señal nociceptiva, es decir, las neuronas que trasmiten el dolor se verán más afectadas por su estimulación repetitiva a una intensidad constante más que por un gran estímulo que no se repita en el tiempo.
El estímulo nociceptivo constante que reciba esta vía, se podrá modular si se genera otra señal de mayor intensidad que acabe inhibiendo la información que entra por las fibras C, las cuales transmiten señal nociceptiva. Y es aquí donde entra en juego la “Actividad Física”, donde la contracción del músculo esquelético activará otras vías de transmisión neural que pueden ayudar a desensibiliza tanto a nivel periférico como a nivel central, también se activarán las vías opioides descendentes centrales del dolor y aumentará la liberación de cannabionoides endógenos, aspectos importantes en la modulación del dolor.
Sabemos que realizar actividad física puede generar una hipoalgesia post ejercicio, no sólo durante los primeros 15 minutos post ejercicio sino también se ha llegado a registrar hasta 30 y 60 minutos después haber realizado ejercicio físico. El ejercicio hace que disminuyan amplitud de las ondas N2P2, las cuales se asocian a una mayor nocicepción. En el dolor crónico, esta hipoalgesia es menos consistente, pero se ha llegado a apreciar que a veces el ejercicio puede disminuir el dolor generado por ciertas patologías crónicas.
¿Qué tipo de ejercicio físico genera hipoalgesia?
Ejercicios aeróbicos de intensidad modera-alta (55-70% VO2 max). 20-30’ de duración. En modalidades como andar, ciclismo, remo…
Ejercicios isométricos entre 90” y 180” entre el 30-60% de la máxima contracción voluntaria (MCV).
Ejercicios isométricos de 5’ en los miembros no afectados al 25% de la MCV. (Generar hipoalgesia desde músculos que no generan dolor en personas con dolor crónico.
Ejercitación de zonas corporales que no trasmitan dolor: por ejemplo andar a intensidad baja.
Educación al dolor: exposición progresiva a la actividad física sin generar dolor para que el cuerpo vaya asociando el movimiento como algo beneficioso.
El ejercicio planteado anteriormente debe realizarse siempre sin generar “Dolor”.
Realizar Actividad física de forma regular (2-3 días a la semana) mejora la percepción del dolor y aumenta el umbral del dolor.