Nuestros fisioterapeutas Sergio y Natxo se han desplazado a principios de marzo hasta Valencia para asistir al curso “Dolor cervical y cefalea. Estrategias de valoración y tratamiento mediante terapia manual”, dirigido por Jesús Rubio.

El curso abordaba dos problemáticas con una estrecha relación clínica actualmente como son el dolor cervical (DC)y la cefalea (C).

Empezábamos con la introducción de la alta prevalencia de DC (70%), su naturaleza episódica recurrente y su cronicidad hasta en un 54%. (Fejer et al 2006). Además ocupa el 5º lugar en las enfermedades crónicas más frecuentes según datos de Sistema Nacional de Salud del 2017 y se encuentran algunos factores de riesgo (Mclean et al 2010, Kim et al 2018) asociados a padecer DC como són: sexo femenino; altas demandas laborales; bajo apoyo social: tabaquismo; historial de dolor lumbar o cervical; posturas mantenidas en sedestación; IMC alto o estadio civil, entre otros.

Actualmente se considera DC como de origen inespecífico todo aquel que cursa sin un antecedente traumático, no hay una causa anatomopatológica clara y no hay presencia de banderas rojas (Whrigt et al 1994) . Al contrario del latigazo cervical que sí tiene un antecedente traumático, mayor probabilidad de padecer dolor cervical y cefalea y presenta ciertas características como son hipersensibilidad sensorial generalizada, hiperalgesia al frío y suelen tener una evolución con tendencia cronificante.

En casos traumáticos es importante seguir unos criterios clínicos como la Canadian C Spine Rules que nos ayuden a sospechar alteraciones importantes a nivel cervical y valorar si es necesario o no la realización de pruebas de imagen. (Lemeunier et al 2017)

También se destacó que actualmente no hay una causa patoanatómica clara que nos pueda relacionar DC con una prueba de imagen o con una pérdida de lordosis cervical, por tanto solo nos servirá como dato más a tener en cuenta en nuestra historia clínica y ver su relevancia dentro de la presentación clínica del paciente.

A tener en cuenta en todo proceso inicial las denominadas banderas rojas que nos pueden indicar la presencia de patología seria/grave y su correspondiente derivación medica. (Childs et al 2014, Goodman et al 2015))

Debido a la gran heterogeneidad de presentaciones clínicas dentro de una misma categoría de DC, se recomienda la sub clasificación de pacientes según patones clínicos como vemos en esta imagen (Dewitte et al 2016).

 

 

 

Y de la cual podemos, según la Clinical Practice Guidelines Neck Pain: Revision 2017. clasificar pacientes de DC como :

  • DC con limitación de la movilidad
  • DC con cefalea
  • DC con alteración del control del movimiento
  • DC con dolor irradiado

Importante dentro nuestra evaluación, la exploración neurológica, inspección postural, los test de mecano sensibilidad, test de seguridad, movilidad activa y pasiva para avanzar en nuestro plan terapéutico.

Seguimos el curso hablando sobre los efectos de la terapia manual en patología cervical (Bialosky et al 2018) de gran importancia conocerlos por que así le daremos mas protagonismo es nuestras sesiones.

A continuación nos adentramos en técnicas de terapia manual para el tratamiento de DC con limitación de movilidad, su relevancia para modificar síntomas y sus efectos. Importante educar al paciente para su automanejo y alargar los efectos de la terapia manual.

Ya por la tarde, seguimos con las cefaleas, intentando desde el principio conocer los criterios según la IHS 2013 de la cefalea cervicogenica (ROM limitado, dolor unilateral y presencia de factores desencadenantes) así como los otros tipos de cefaleas más comunes como migraña y cefalea tipo tensional. Sin criterios claros, con tipos de cefaleas mixtas, con la bidireccionalidad de síntomas por vía trigeminal lo relevante para abordar un paciente con cefalea presente o no en el momento de la sesión es sin duda la historia clínica.

Con la presencia o no de banderas rojas, con mapas del dolor, con factores desencadenantes, aliviantes, frecuencia e intensidad de episodios, medicación todo ello como medida de referencia para valorar nuestras intervenciones.

La historia clínica se acompaña de la exploración física como la postura (Watson et al 2006), movilidad cervical (Jull et al 2007), test como el de flexión-rotación con alta sensibilidad y especificidad para valorar implicación cervical alta en cefalea (Rubio et al 2016), palpación para la reproducción de síntomas por la implicación de disfunción articular en segmentos cervicales altos C0-C3 (Luedtke et al 2017) alta especificidad y sensibilidad.

Avanzamos viendo la relevancia de la terapia manual en estos pacientes (Watson et al 2014, Hall et al 2015) y con la práctica de varias técnicas según la cefaleas estén o no presentes, con el objetivo final de buscar la funcionalidad.

En próximas entradas en nuestro blog profundizaremos un poco más sobre este gran seminario que nos ofreció Jesús Rubio. Un placer poder seguir sumando conocimientos y sobretodo afianzar nuestra filosofía de trabajo para ayudar a nuestros pacientes